Análisis del rendimiento de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 para PC: Problemas de intermitencia en los jugadores

Análisis del rendimiento de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 para PC: Problemas de intermitencia en los jugadores

Análisis de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2: Problemas técnicos y jugabilidad

A partir de esta publicación, el esperado Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 ya está disponible en todas las plataformas. Tras una asombrosa espera de 21 años, empañada por una posible cancelación, este juego no solo es una secuela, sino más bien un sucesor espiritual de su predecesor. Para los fans entusiasmados por sumergirse en un nuevo RPG de acción dentro del universo de Vampire: The Masquerade, este lanzamiento es un momento memorable.

Sin embargo, los jugadores potenciales podrían considerar retrasar su compra hasta que los desarrolladores aborden los urgentes problemas de optimización que actualmente afectan a la versión para PC.

Motor de juego y rendimiento gráfico

Al utilizar el Unreal Engine 5, Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2 no logra desplegar todas las capacidades del motor. Carece de opciones de trazado de rayos y, en general, el juego no destaca la tecnología de vanguardia que caracteriza a Epic Games. Las texturas a veces carecen de detalle, y el entorno de mundo abierto ambientado en Seattle se siente relativamente pequeño en comparación con los estándares de los juegos actuales. En resumen, este juego no supera los límites técnicos.

Los jugadores han reportado problemas persistentes de tirones, que parecen agravarse al recorrer el mundo abierto. Normalmente, los problemas de rendimiento en los juegos con Unreal Engine solo se manifiestan durante las transiciones de áreas importantes; sin embargo, Bloodlines 2 parece tener problemas constantes con la estabilidad de la velocidad de fotogramas, lo que resulta en una experiencia frustrante. Si bien los interiores presentan menos tirones, el problema sigue siendo frecuente.

Gráfico que muestra el tiempo de cuadro en milisegundos para Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 con un mínimo de 0, 045, un máximo de 175, 331 y un promedio de 4, 553.

Resultados de la evaluación comparativa: análisis del tiempo de fotograma

Utilizando herramientas como NVIDIA FrameView y FLAT, realicé una evaluación exhaustiva de la jugabilidad en el mundo abierto. Los resultados fueron alarmantes, revelando picos de tiempo de fotogramas inesperadamente severos que alcanzaban los 175 milisegundos. Incluso ignorando estos extremos, los tiempos de fotogramas superaban con frecuencia los 40 milisegundos, lo que reducía drásticamente la velocidad de fotogramas a unos 25 FPS momentáneamente, lo que generaba importantes interrupciones visuales.

La velocidad de fotogramas promedio parece aceptable; equipado con una CPU Ryzen 7 9800X3D y una GPU GeForce RTX 5090, con la configuración Ultra y la generación multifotograma de NVIDIA DLAA y DLSS activada a 4x, el juego alcanzó un promedio impresionante de 220 FPS. El verdadero problema radica en su rendimiento errático: caídas frecuentes y drásticas interrumpen una experiencia de juego fluida.

Es importante tener en cuenta que esto no es similar a los problemas que se presentaron en juegos como Dying Light: The Beast, donde el tartamudeo se debía a la generación de fotogramas de NVIDIA DLSS. En mi experiencia con Bloodlines 2, deshabilitar la generación de fotogramas no alivió el tartamudeo; persistió de todas formas.

FLAT (Frame Latency Analytics Tool) mide Vampire: The Masquerade - Bloodlines 2 con PresentMon mostrando 219, 7 fps en pantalla.

Porcentaje de tartamudez: una mirada más de cerca

El análisis de FLAT indicó que un impactante 20, 29 % del tiempo de juego se vio afectado por tirones, el peor resultado que he encontrado en benchmarks. En comparación, incluso otros juegos conocidos por su tirones suelen registrar entre un 9 y un 10 %.Esta observación corrobora la insatisfacción generalizada con el rendimiento del juego.

Falta de compatibilidad con HDR

Además de los problemas de rendimiento, como ya comenté en mi análisis completo, Bloodlines 2, lamentablemente, no es compatible con pantallas de alto rango dinámico (HDR). Esta omisión es inaceptable para un juego de su calibre, que se lanzará a finales de 2025, sobre todo teniendo en cuenta que los títulos de alta gama llevan casi una década integrando la compatibilidad con HDR, y la mayoría de las pantallas modernas son capaces de gestionarla. Los desarrolladores han indicado que la integración de HDR en Unreal Engine debería ser fluida, lo que hace que la ausencia de esta función sea aún más desconcertante.

Futuras actualizaciones y esperanzas de optimización

Lamentablemente, no puedo concluir esta reseña con noticias optimistas sobre el rendimiento técnico del juego. Si bien hay esperanzas de futuras actualizaciones de optimización, la experiencia previa con las actualizaciones del equipo de desarrollo, desde la versión preliminar hasta el lanzamiento, sugiere mejoras mínimas. Queda por ver si abordarán estos problemas urgentes con urgencia.

Para más detalles y actualizaciones continuas, puede seguir la fuente vinculada a continuación.

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