
La reciente introducción del diseño Liquid Glass por parte de Apple ha generado un aluvión de opiniones en línea, lo que marca una transformación visual significativa para iOS, algo que no habíamos visto en más de diez años. Mientras algunos celebran este cambio, otros argumentan que presenta paralelismos incómodos con Windows Vista, un capítulo que muchos preferirían olvidar.
En un giro creativo, un diseñador asociado al canal de YouTube AR 4789 ha imaginado un futuro potencial para Windows 12, adoptando una filosofía que recuerda a la estética de Liquid Glass. Su video, titulado Windows 12.2: La Próxima Evolución, presenta un avance conceptual de lo que podría ser el último sistema operativo de Microsoft. A lo largo del video, la influencia de Liquid Glass es sutilmente evidente, a pesar de no mencionarse explícitamente.
Embarquémonos en una exploración detallada de este concepto de diseño y evaluemos si Microsoft debería considerar estas ideas para su futuro sistema operativo.
Configuración inicial y experiencia del usuario
La configuración inicial de esta maqueta refleja el proceso de instalación actual de Windows, pero ofrece una mejora visualmente impactante. Los usuarios notarán transiciones fluidas entre las pantallas de configuración, presentando una interfaz de usuario nueva y moderna, muy alejada de los vestigios de Windows 7.

Una mejora notable es la selección renovada de fondos de pantalla durante la configuración, lo que permite a los usuarios personalizar su experiencia desde el principio, en lugar de esperar hasta más tarde.
Sin embargo, detecté algunas fallas en el proceso de configuración presentado en el video. Hay errores tipográficos notables y errores gramaticales que, si bien son comprensibles para una maqueta conceptual, una empresa tan importante como Microsoft debería corregir antes del lanzamiento final.
Otra inconsistencia fue la ubicación del botón Saltar al agregar una segunda distribución de teclado, lo que podría confundir a los usuarios debido a su posicionamiento poco convencional en comparación con otras opciones.
Navegando por el escritorio y el explorador de archivos
Más allá del fondo de pantalla, el escritorio predeterminado se asemeja al de Windows 11. Un elemento de diseño que destaca es la posición modificada de la barra de tareas, que abarca el ancho de la pantalla pero no está fija en la parte inferior, lo que proporciona un aspecto más contemporáneo.
En el lado negativo, los íconos del escritorio poseen un borde poco atractivo que resta valor a la estética general, recordando a los paquetes de íconos genéricos que carecen de personalización.

El menú Inicio, similar a la versión de Windows 10, conserva la característica de mosaicos dinámicos, que considero preferible al diseño de Windows 11. El Explorador de archivos conserva la base de Windows 11 con ajustes mínimos para armonizar con el lenguaje de diseño actualizado, aunque su velocidad de carga sin duda evoca frustraciones para quienes usan equipos antiguos.
Una característica distintiva en la gestión de ventanas es el botón circular para maximizarlas, que reemplaza el tradicional icono cuadrado. Este cambio no es ni negativo ni positivo, sino digno de mención. Su limitación radica en que el icono no se transforma después de maximizar la ventana, lo que puede generar confusión, a diferencia del diseño de Windows 11, donde un icono diferente indica el estado restaurado.
Configuración y personalización
La aplicación Ajustes incorpora una barra de direcciones que facilita la navegación entre su amplia variedad de opciones. Dada la gran cantidad de elementos que contiene, mantener la orientación puede ser bastante difícil.
La animación que pasa del modo claro al oscuro se siente refrescantemente suave, y el diseño del fondo de pantalla verde y azul luce elegante, superando la estética de Windows 11.

Además, la búsqueda renovada del Menú Inicio es más ordenada y ofrece una vista optimizada que refleja la simplicidad lograda al deshabilitar los resultados web en Windows 11. La función de personalización de temas con un solo clic que permite a los usuarios adoptar fácilmente la estética de Windows 7 es una adición atractiva.
También vale la pena señalar que la capacidad de tener diferentes temas en escritorios virtuales separados podría mejorar en gran medida la organización del espacio de trabajo, aunque sigue siendo poco probable que Microsoft implemente opciones de personalización tan variadas para promover sus últimos diseños.

Las opciones de personalización de la barra de tareas, incluyendo los modos Compacto y Mini, ofrecen flexibilidad creativa. Además, la posibilidad de arrastrar widgets directamente al escritorio es una función muy útil que no está disponible en Windows 11.
La transición a la pantalla de bloqueo es elegante, aunque el diseño actual no resulta atractivo, ya que conserva similitudes con Windows 11 y carece de innovación. La acumulación de contenido promocional, como Copilot y datos bursátiles irrelevantes, perjudica la experiencia.

¿Es esta la dirección que tomará el futuro de Windows?
Al evaluar el diseño visual general de esta maqueta, parece más cohesivo en comparación con la estética algo fragmentada de Windows 11. Si bien no presenta innovaciones revolucionarias, la maqueta crea una experiencia de usuario visualmente más atractiva.
Esta vista previa del diseño no incluye utilidades antiguas como el Panel de Control o la Administración de Discos, que probablemente no adoptarían la estética de Liquid Glass. Aunque instalar un paquete visual para replicar esta apariencia puede no resultarme muy atractivo, varios elementos mostrados aquí parecen avances valiosos a considerar para la próxima versión de Windows.
Me interesa tu opinión al respecto: ¿Debería Microsoft aprovechar los conocimientos de este diseñador para el desarrollo de Windows 12 o debería explorar un enfoque completamente diferente? Tu opinión es importante: ¡únete a la conversación!
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