
AMD ha logrado avances significativos con sus CPU EPYC de quinta generación, logrando un rendimiento impresionante en centros de datos x86 que eclipsa a las CPU Xeon de Intel y Grace de NVIDIA.
Una muestra completa del rendimiento: las CPU EPYC de quinta generación de AMD apuntan a NVIDIA e Intel
Nota de prensa: La integración de la inteligencia artificial en las aplicaciones empresariales tradicionales, como los motores de recomendación en tiempo real, el mantenimiento predictivo y el procesamiento del lenguaje, ha transformado el panorama de los centros de datos. Hoy en día, las infraestructuras empresariales deben satisfacer una amplia gama de necesidades, desde soluciones basadas en IA hasta aplicaciones convencionales y cargas de trabajo de IA aceleradas y extensas.
Los procesadores AMD EPYC se han consolidado como los principales competidores para la IA empresarial y el rendimiento del nodo host en clústeres con GPU, aprovechando la arquitectura x86, ampliamente adoptada. Esta arquitectura ofrece un rendimiento excepcional y compatibilidad con múltiples cargas de trabajo, lo que contrasta marcadamente con las alternativas basadas en ARM.

Para satisfacer las crecientes demandas de la informática moderna, las CPU AMD EPYC están diseñadas para destacar en cargas de trabajo tanto tradicionales como centradas en la IA. Impulsan una amplia y variada cartera de sistemas de proveedores globales de soluciones de servidores y líderes en servicios en la nube, diseñados para satisfacer los requisitos empresariales más exigentes. Sus principales características incluyen:
- Densidad de núcleos x86 inigualable: hasta 192 núcleos por zócalo, con diversos modelos de CPU que garantizan una ejecución de alto rendimiento tanto para inferencia de IA como para tareas informáticas generales.
- Capacidad de memoria y ancho de banda excepcionales: admite terabytes de memoria DDR5 de última generación, estándar de la industria, esencial para cargas de trabajo tradicionales escalables, así como para aplicaciones de IA que administran conjuntos de datos extensos.
- Escalabilidad perfecta: la arquitectura x86 ampliamente compatible permite la adopción sencilla de tecnologías de IA, lo que elimina la necesidad de reescrituras de código complejas o migraciones costosas de software desde arquitecturas alternativas.
- Eficiencia energética mejorada: Las CPU AMD EPYC ofrecen una notable ventaja en eficiencia energética sobre el superchip de CPU Grace de NVIDIA, con un rendimiento hasta 2, 75 veces más eficiente.
Comparaciones clave: AMD EPYC vs. NVIDIA Grace
- 2, 75 veces mayor eficiencia energética en configuraciones de dos conectores (según pruebas SPECpower)
- Rendimiento 2, 17 veces superior en tareas de bases de datos (MySQL TPROC-C)
- 2, 90 veces mayor rendimiento en operaciones de codificación de vídeo (códec FFmpeg VP9)
- Utilización mejorada de recursos gracias a la tecnología de subprocesamiento múltiple simultáneo (SMT)
- Hasta un 20 % más de rendimiento para cargas de trabajo aceleradas por GPU en comparación con otras soluciones x86
- Velocidades de reloj que alcanzan los 5 GHz, superando significativamente la frecuencia base de 3, 1 GHz de NVIDIA Grace
Maximice el rendimiento de la GPU con la CPU adecuada
Es ampliamente reconocido que las tareas de IA a gran escala y de baja latencia se benefician significativamente de la aceleración por GPU. Sin embargo, a menudo se subestima la importancia de seleccionar la CPU host adecuada para estas cargas de trabajo dependientes de la GPU. Los procesadores AMD EPYC de 5.ª generación están optimizados para maximizar el rendimiento de los clústeres con GPU, logrando hasta un 20 % más de rendimiento que las opciones x86 de la competencia.
Procesamiento de alta frecuencia para una aceleración optimizada de la IA
Las CPU AMD EPYC de quinta generación pueden alcanzar velocidades de reloj de hasta 5 GHz, lo que es un 16 % más alto que el Xeon 6745P recientemente lanzado por Intel con una frecuencia turbo de 4, 3 GHz, y significativamente superior a la frecuencia base de NVIDIA Grace de 3, 1 GHz. Esta velocidad de reloj elevada facilita un procesamiento de datos más rápido, una gestión de tareas eficaz y una mejor comunicación de la GPU, todo vital para tareas de inferencia y entrenamiento de IA de alto volumen y baja latencia.
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