
Aunque muchos proponen Linux como el sucesor ideal de Windows, la realidad suele implicar complicaciones de software y ajustes constantes. Para muchos usuarios, incluyéndome a mí, la alternativa preferida es un sistema operativo que simplemente funciona: macOS. Aunque no era el cambio que inicialmente pretendía hacer, ha demostrado ser la opción más eficaz para mis necesidades informáticas.
Es importante tener en cuenta que la transición a dispositivos Apple podría no ser viable para todos, especialmente para quienes tienen un presupuesto limitado, ya que los dispositivos macOS suelen ser más caros que sus homólogos Windows. Para quienes no pueden permitirse el lujo de instalar Windows 11, Linux podría parecer la opción más sensata. Sin embargo, muchos usuarios están abandonando Windows, incluso cuando sus PC actuales son compatibles. Este cambio se puede atribuir a la trayectoria de Microsoft: un enfoque creciente en la recopilación de datos, funciones estancadas y actualizaciones engorrosas, todo ello evidente en la decepcionante aplicación de Configuración.
4.Compatibilidad superior con aplicaciones en macOS
Antes de analizar las características, es crucial determinar si las aplicaciones que utiliza funcionarán en su sistema operativo. Aquí es donde Linux suele fallar, ya que los flujos de trabajo esenciales pueden experimentar interrupciones significativas debido a problemas de compatibilidad de las aplicaciones.
Considere esto: aplicaciones comunes como Microsoft Office y Adobe Creative Suite no están disponibles en Linux. Aunque existen alternativas, como LibreOffice y DaVinci Resolve, estas no satisfacen plenamente las necesidades de los usuarios veteranos acostumbrados a un software específico. Para quienes hemos invertido años en dominar ciertas aplicaciones, tener que reaprender a usar alternativas puede ser increíblemente frustrante.

En realidad, la mayoría de las aplicaciones profesionales están disponibles tanto en macOS como en Windows. Con mi compromiso de dejar de usar este último, elegir Mac se convirtió en la solución más lógica. Usar macOS alivia las preocupaciones sobre la compatibilidad de las aplicaciones, lo que me garantiza que las herramientas que necesito son compatibles.
Sin embargo, cabe reconocer que Linux ha avanzado mucho en el ámbito de los videojuegos, superando a menudo a Windows en plataformas como SteamOS, como he podido comprobar con mi Asus ROG Ally. No obstante, si bien la compatibilidad con juegos ha mejorado, la compatibilidad amplia con aplicaciones aún plantea desafíos para los usuarios de Linux.
3.Curva de aprendizaje pronunciada de Linux
Aunque numerosas distribuciones de Linux están pensadas para quienes hacen la transición desde Windows, todas suelen requerir comandos de terminal para acceder a funciones básicas. Como desarrollador, me desenvuelvo con facilidad en este entorno, aunque reconozco que el usuario promedio puede resultar abrumador.
La dependencia de los comandos de terminal es un obstáculo importante que puede disuadir a muchos usuarios potenciales. Con diversas distribuciones, gestores de paquetes y entornos de escritorio que explorar, encontrar soluciones adecuadas puede ser complicado. En consecuencia, las búsquedas en línea pueden conducir a información irrelevante, frustrando y bloqueando a los usuarios.

Por el contrario, el ecosistema de Apple ofrece una experiencia muy diferente. Al controlar tanto el hardware como el software, macOS evita la fragmentación que puede afectar a Linux. Si bien esto implica sacrificar parte de la libertad que ofrece Linux, el resultado es un sistema que funciona a la perfección.
En mi opinión, macOS ofrece la mejor experiencia inicial entre los principales sistemas operativos. Si alguien me pidiera una recomendación de portátil hoy, mi recomendación sería la MacBook Air, ya que satisface las necesidades de la mayoría de los usuarios.
2 Soporte de hardware impredecible
Tras haber instalado Linux en numerosos dispositivos a lo largo de los años, he tenido problemas de hardware con frecuencia. Normalmente, recurro a la terminal para habilitar funciones básicas.
Por ejemplo, una de mis laptops secundarias tuvo problemas para arrancar Linux desde un SSD Western Digital M.2 estándar. Tras horas de búsqueda de soluciones en línea, finalmente descubrí que añadir un argumento de arranque específico al gestor de arranque era la solución. Sin embargo, esto no es algo que el usuario promedio pueda lograr.
Incluso los periféricos como los lectores de huellas dactilares y las impresoras pueden ofrecer un soporte inconsistente, lo que potencialmente obliga a los usuarios a renunciar al hardware que ya han comprado.

Precisamente por eso las Mac son tan atractivas.macOS está optimizado para el hardware de Apple, lo que garantiza una experiencia fluida desde el primer arranque. Los usuarios no deberían tener que buscar en foros ni escribir comandos complejos para que las funciones esenciales funcionen.
A menos que veamos más dispositivos como Steam Deck, que vienen preinstalados y configurados para funcionar sin problemas, los dolores de cabeza asociados con Linux en diversos hardware persistirán.
1 Reticencia a la instalación entre los usuarios
La cruda realidad es que la mayoría de los usuarios no se inclinan a instalar un nuevo sistema operativo. Crear una unidad USB de arranque, borrar un dispositivo de almacenamiento o acceder a la BIOS puede parecer fácil para los usuarios experimentados de Linux, pero para el usuario promedio, incluso acceder a la BIOS puede resultar intimidante.

Incluso Linus Torvalds, el creador de Linux, ha reconocido esta reticencia como un factor clave en la limitada cuota de mercado de Linux en el mercado de escritorios. La ausencia de preinstalación en la mayoría de los dispositivos aleja aún más a los usuarios potenciales.
La mayoría de la gente simplemente busca un sistema que arranque y funcione a la perfección sin necesidad de realizar grandes modificaciones. Mientras Linux siga dependiendo de procesos de instalación manuales, seguirá considerándose una solución de nicho.
A pesar de usar principalmente una Mac para mis tareas diarias, he dejado de usar Windows en mis otros dispositivos para optar por Linux, que sigo considerando una mejor opción que seguir usando Windows. Si bien Linux presenta desafíos para muchos usuarios ocasionales, si sus flujos de trabajo cuentan con un buen soporte, les animo a aprovechar sus ventajas, incluyendo la libertad única que ofrece, que macOS no puede igualar.
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