TDAH versus depresión: Ambas son batallas con uno mismo, y sólo quienes padecen cualquiera de las dos afecciones o ambas saben lo difícil que es vivir con ello.
Ya sea que le resulte difícil concentrarse o simplemente esté triste y no sepa por qué está molesto o juguetón, es importante comprender cuál de las afecciones antes mencionadas padece.
Si está luchando contra el TDAH o la depresión, esto degradará su calidad de vida y también verá síntomas de ansiedad. Por lo tanto, es importante consultar a un terapeuta que pueda ayudarlo hablándolo o administrándole medicamentos.
TDAH vs depresión: ¿Qué es el TDAH?
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno mental muy común que ocurre en la infancia y dura incluso cuando se llega a la edad adulta. Las personas con TDAH tienen dificultades para prestar atención todos los días, sufren hiperactividad e incluso se vuelven muy impulsivas.
Los adultos que padecen este trastorno tienen muy baja autoestima y valor propio y también tienden a criticarse demasiado a sí mismos, lo que puede tener un impacto en su vida laboral y sus relaciones interpersonales.
Los niños que padecen esta afección suelen hablar mucho, cometer muchos errores a diario, les cuesta hacer amigos, se olvidan de cuidar sus pertenencias y sufren muchos problemas similares.
El TDAH se puede tratar con terapia conductual antes de que entre en juego cualquier tipo de medicamento. Los niños que lo padecen requieren mucha ayuda de sus padres y de un terapeuta o psicólogo infantil que evalúe los síntomas y los trate en consecuencia.
TDAH vs depresión: ¿Qué es la depresión?
Todos nos sentimos malhumorados y tristes a veces, pero eso no es depresión porque la depresión es más que un sentimiento de tristeza momentánea que dura más tiempo y te hace perder el interés en las actividades cotidianas.
No surge de un solo evento sino de una serie grave de eventos traumáticos, que pueden afectarle tanto mental como físicamente. Puedes sentirte abrumado, decepcionado , culpable o miserable cuando lo padeces. Esta condición es muy común.
Uno podría depender más de sedantes o drogas para escapar de la realidad y tener un momento de paz, pensando que eso les ayudará. Distanciarse de todos es un recurso temporal que a menudo se ve en los pacientes.
La buena noticia es que se puede tratar y cuanto antes busque ayuda, más rápido se recuperará.
TDAH versus depresión: la diferencia
Como ambas afecciones tienen síntomas similares, puede resultar difícil diferenciarlas. La depresión es más común en personas que son víctimas de TDAH, pero estas son las principales diferencias:
Cuando sufres TDAH, verás cambios repentinos en tu estado de ánimo, aunque no duran tanto. Pero en la depresión, los cambios de humor duran mucho más tiempo, a veces durante semanas o meses.
Si te cuesta dormir porque estás enérgico todo el tiempo, es por el TDAH. Pero si está deprimido, es posible que no esté durmiendo debido a pensamientos negativos o que tienda a dormir demasiado para evitar esos pensamientos, lo que le ayude a lidiar mejor con su depresión.
Te sentirás motivado cuando tengas TDAH y disfrutarás haciendo cosas que te interesen, pero en la depresión ocurre todo lo contrario, ya que pierdes las ganas de hacer cualquier cosa. Tendrás ganas de aislarte y vivir en tu burbuja hecha por ti mismo que te hace sentir seguro.
El TDAH dura para siempre, aunque usted pueda mejorar y aprender a controlarlo, pero la depresión se puede tratar y los pacientes que la padecen pueden recuperarse por completo.
TDAH versus depresión: ¿se pueden combinar ambos?
Sí, ambas condiciones pueden coexistir y se sabe que las personas que padecen TDAH también sufren de depresión, ya que en algunos casos la depresión es el resultado del TDAH.
Tratamiento
La terapia cognitivo-conductual puede tratar los trastornos del estado de ánimo y ayudarle a aprender a controlar sus emociones. Agregarle técnicas de atención plena puede complementar la terapia y el tratamiento en curso.
Los medicamentos estimulantes también pueden ayudar a tratar las causas, pero los medicamentos para el TDAH a veces pueden mostrar signos de depresión, mala vida y desesperación como efectos secundarios.
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