
Ya se han anunciado los nominados a los 97º Premios de la Academia y, una vez más, las películas de anime quedan fuera de la categoría de Mejor Película de Animación. Como entusiasta del anime, este desaire recurrente resulta frustrante, en particular después del triunfo del año pasado con El niño y la garza de Studio Ghibli, que ganó el premio.
Es desalentador ver que películas excepcionales como Ghost Cat Anzu y Look Back de Studio Durian pasan desapercibidas, pero para mí, personalmente, el hecho de que The Colors Within, de Naoko Yamada, haya sido ignorada en la 97.ª edición de los Premios Óscar es la injusticia más importante en la categoría de Mejor Película de Animación. La película acaba de estrenarse en los cines occidentales, pero aquellos que tuvieron la suerte de verla seguramente comprenderán mi decepción.
Los colores del interior: una obra maestra visual
Una mirada más cercana a las imágenes

The Colors Within cautiva desde el principio con sus impresionantes efectos visuales. A diferencia de la animación surrealista que se suele ver en las producciones de Science Saru, esta película muestra una fluidez excepcional en su animación, especialmente durante los momentos musicales clave. Cada fotograma está cuidadosamente construido para realzar la resonancia emocional de cada escena, lo que la convierte en una brillante muestra de arte animado.
La dirección artística de la película eleva aún más su atractivo visual. Cada personaje está diseñado meticulosamente y sus movimientos expresivos se alinean perfectamente con la vibrante paleta de colores que define la película. Este compromiso con una narración visual excepcional demuestra que The Colors Within se encuentra entre los logros más notables de Science Saru, y verla en los cines fue una experiencia incomparable.
Una de las principales responsables de esta excelencia visual es la directora Naoko Yamada, conocida por su influyente trabajo en Kyoto Animation, que incluye K-On! y A Silent Voice. Su amplia experiencia se refleja en The Colors Within, lo que refleja su dedicación a la creación de animaciones impresionantes, lo que hace que su ausencia en los Oscar sea aún más desalentadora.
Los colores del interior: una banda sonora para apreciar
El latido musical de la película

La banda sonora, compuesta por Kensuke Ushio de Devilman Crybaby y Dandadan, complementa a la perfección el festín visual de The Colors Within. Captura la gama emocional de las escenas de la película, realzando los momentos de alegría y tristeza por igual. Si bien no es la banda sonora más extravagante, su sutileza se alinea perfectamente con la narrativa sólida de la película.
La música brilla más durante las actuaciones de la banda, fundamentales para la trama, que giran en torno a la formación de la banda de Totsuko, Kimi y Rui. Cada nota que se toca en estas escenas, ya sea en improvisaciones casuales o en espectáculos formales, es hipnotizante. El uso innovador de instrumentos como el theremin y la cautivadora voz de Kylie McNeill como Kimi enriquecen significativamente la experiencia musical, dejando una impresión duradera mucho después de que aparezcan los créditos finales.
El poder de la escritura sencilla
Sencillez en profundidad

Además de sus impresionantes efectos visuales y su encantadora banda sonora, el sello distintivo de The Colors Within es su cautivadora escritura. El trío central formado por Totsuko, Kimi y Rui son personajes muy bien desarrollados que se enfrentan a desafíos personales con gracia. Su dinámica es equilibrada y proporciona profundidad y ligereza sin desviarse hacia un territorio excesivamente dramático.
Este enfoque narrativo permite crear arcos narrativos llenos de matices sin que parezcan demasiado pesados o dramáticos. La película resalta de manera efectiva las sutilezas de desafíos como dejar la escuela o perseguir una pasión, demostrando que no todos los viajes tienen por qué estar plagados de tensión.
Una sorpresa agradable es la incorporación reflexiva de temas cristianos en The Colors Within. En lugar de sensacionalizar la espiritualidad, se convierte en un vehículo para educar a los espectadores sobre la honestidad y la confianza en uno mismo. Este elemento inesperado pero bien integrado enriquece los mensajes de la película y proporciona una experiencia edificante.
La brillantez de la escritura de la película se atribuye a la escritora principal Reiko Yoshida, una escritora experimentada en el campo del anime, conocida por su trabajo en series aclamadas como Digimon y Violet Evergarden. Su colaboración con Naoko Yamada, particularmente en K-On! y A Silent Voice, da como resultado una narrativa bellamente elaborada que merece más reconocimiento.
¿Por qué The Colors Within fue ignorada en los Premios de la Academia?
Desempacando el Snub

Dadas las cualidades excepcionales de The Colors Within, la falta de reconocimiento de los premios de la Academia es desconcertante. Si bien el estreno tardío de la película en los cines occidentales en enero influyó, la realidad es que solo las obras muy populares de los grandes estudios tienden a ser reconocidas por los votantes de los Oscar. A menos que una película de anime esté creada por Studio Ghibli, a menudo lucha por atraer suficiente atención.
Sin embargo, los elogios no son el único indicador del valor de una película. A pesar de no haber recibido el reconocimiento general, The Colors Within se destaca como una de las mejores películas de anime de los últimos tiempos, con imágenes impresionantes, una banda sonora cautivadora y una historia cautivadora. Para aquellos que aún no la hayan visto, sumergirse en esta joya debería ser una prioridad absoluta.
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