
En el mundo de los videojuegos, existe una tendencia notable en la respuesta de críticos y jugadores a los títulos independientes. Con frecuencia, estos juegos reciben críticas más indulgentes, pasando por alto sus imperfecciones. Esto a veces tiene sentido; después de todo, nadie quiere derrotar al menos favorito.
Aunque admito que a veces me dejo llevar por esta opinión, intento adoptar una perspectiva más objetiva al analizar los juegos independientes. Al eliminar la alegría y la extravagancia habituales, descubro los defectos que pueden no ser tan evidentes a simple vista.
Muchos juegos independientes presentan conceptos innovadores que inicialmente ofrecen una experiencia única y agradable. Sin embargo, a menudo carecen de refinamiento y variedad. Esta falta de profundidad da lugar a experiencias que pueden resultar tediosas, aunque a veces reciben elogios que superan su mérito real.
10 Desembalaje
Rozando la superficie

Tuve una experiencia relajante con Unpacking, pero me dejó principalmente recordando la historia, que apenas constituye el 5% de la jugabilidad. Una parte importante del juego consiste en hacer clic en un objeto y arrastrarlo a la ubicación correcta.
Si bien esta mecánica puede ser bastante relajante, sobre todo al usar un mando, su naturaleza repetitiva hace que la jugabilidad se vuelva monótona rápidamente. Es sorprendente, considerando la relativamente corta duración del juego.
La experiencia principal no evoluciona más allá de simplemente reubicar objetos en un espacio, y después de un par de horas, la simplicidad puede resultar cansina. Me vi obligado a tomar descansos, sintiéndome cansado al ver los libros deslizarse lentamente por la pantalla, a pesar de su encanto.
9 Lo que queda de Edith Finch
Reducido a la mitad

Aunque What Remains of Edith Finch me parece un simulador de caminata entretenido, a menudo recibe elogios injustificados debido a su falta de interactividad real. En cualquier reseña, verás que apenas se menciona su mecánica de juego; es principalmente la narrativa la que destaca.
Aunque la historia despierta interés, a menudo pienso que podría llevarse al cine sin perder su esencia. Esto no lo convierte en un mal juego, pero sí refleja cómo las 42 000 reseñas positivas en Steam pueden provenir de personas que lograrían un efecto similar con una película en lugar de con el juego.
8 Fortaleza Enana
Nicho abrumador

Siento una inmensa admiración por Dwarf Fortress y sus dos décadas de desarrollo continuo. Destaca como un juego de simulación de estrategia fenomenal para quienes realmente lo disfrutan.
Dicho esto, que lo respete no significa que disfrute jugándolo. La complejidad de la creación del mundo y el enorme nivel de control pueden resultar abrumadores. Para quienes encuentran estresantes los juegos de estrategia, como Civilization, Dwarf Fortress puede resultar aún más intimidante.
Con su mecánica complicada y una interfaz de usuario que ha mejorado recientemente, está claro que este juego está dirigido estrictamente a un nicho de jugadores hardcore, lo que probablemente hará que los jugadores ocasionales se sientan perdidos.
7 N++
Simple y resbaladizo

N++ se recomienda solo para quienes buscan un juego de plataformas de precisión y dificultad. Sin embargo, sus controles resultan más engorrosos que divertidos. A diferencia de experiencias más fluidas como Celeste o Super Meat Boy, la mecánica puede frustrar a los jugadores.
La física del movimiento se siente lenta, lo que hace que cada nivel se desarrolle como un nivel de hielo, donde navegar se siente inherentemente desafiante. Aunque el juego cuenta con un contenido sustancial, su irritante sistema de control resulta menos divertido para muchos jugadores.
6 Delicadeza mágica
Dividir aparte

Puede que no hayas oído hablar de Magical Delicacy. Sin embargo, a pesar de su buena acogida, mi experiencia me pareció decepcionante. Combinando elementos de cocina, plataformas y metroidvania, el juego acaba tropezando en general, sin la profundidad ni la ejecución necesarias para sentirse cohesivo.
A pesar de una narrativa encantadora, parece que el juego falló en cada aspecto de su diseño, dando como resultado una experiencia muy por debajo de su potencial.
5 papeles, por favor
Clásico desafortunado

Muchos consideran que principios de la década de 2010 fue la época dorada de los juegos independientes, pero Papers, Please sigue siendo un título que a menudo escapa a las críticas a pesar de sus evidentes deficiencias. Si bien es encantador y está artísticamente elaborado, la jugabilidad se vuelve monótona rápidamente.
La mecánica principal gira en torno a la lectura y el sellado de pasaportes, lo cual se vuelve repetitivo. Si bien las secuencias de interrogatorio podrían aportar cierta intriga, tienden a convertirse en un papeleo tedioso y poco atractivo.
4 Brotato
Derribado al suelo

Me siento una minoría en cuanto a Brotato, un género que muchos disfrutan, pero me cuesta convencerlo. Si bien reconozco su éxito dentro de la comunidad de Godot, la mecánica de juego me dejó con ganas de más.
Las mejoras suelen parecer superficiales, reduciéndose a variaciones de daño sin añadir una verdadera interacción. Anhelo movimiento, más control manual en la dinámica de juego y elementos que requieran participación activa.
La falta de tales mecánicas me hace sentir alejado de la acción, especialmente cuando prefiero títulos como Terraria, que ofrecen encuentros con jefes más atractivos.
3 Laika: Envejecida a través de la sangre
Inducción de la ira

Laika: Aged Through Blood me genera un conflicto ; destaca en narrativa, estética y sonido, pero las decisiones de juego me frustran. Su mecánica de Metroidvania, con un paseo en moto, evoca potencial, pero los controles son frenéticos y abrumadores.
Intentar gestionar la jugabilidad manteniendo el control de los disparos puede resultar angustioso, ya que numerosas pequeñas molestias se acumulan en experiencias que casi provocan furia. Los elementos artísticos son extraordinarios, pero en la práctica, el juego se vuelve más tortuoso que placentero.
2 Mi tiempo en Portia/Sandrock
Nivel de superficie

My Time At Portia y My Time At Sandrock exhiben una mediocridad intercambiable, siguiendo el género de agricultura independiente pero sin lograr el mismo atractivo inmersivo que Stardew Valley.
La simplicidad de las mecánicas agrícolas y la lentitud del combate perjudican la experiencia, creando una sensación de tareas fragmentadas que no conectan, lo que genera desinterés. Quienes busquen una integración profunda de las mecánicas podrían encontrar estos juegos deficientes y sentir que su potencial podría haberse aprovechado mejor.
1 Supervivientes vampiros
Pudrición cerebral

Una vez más, me siento perplejo por la popularidad de Vampire Survivors. Como juego de Bullet Heaven, suele inducir una sensación de monotonía, y me desconcierta su éxito en la comunidad de juegos independientes.
La jugabilidad se centra en correr, recolectar potenciadores y permitir que las mecánicas de combate automático tomen el control, lo que reduce la participación. A menudo se siente más como una forma de desconectar que como una experiencia estimulante. A pesar de sus numerosos elogios y reseñas positivas, no puedo evitar cuestionar su verdadero valor en comparación con juegos más interactivos.
Deja una respuesta