
Mi aventura en el mundo de los JRPG comenzó en mi infancia, con mi hermano mayor guiándome a través de las complejidades de estos vastos mundos. Como apasionado del anime, rápidamente me sentí atraído por los JRPG, convirtiéndolos en mi género favorito. Sin embargo, a diferencia de mi juventud, que tenía un sinfín de horas para dedicarles, mi vida actual exige un enfoque más estratégico en cómo invierto mi tiempo jugando.
Considerando mi apretada agenda y el panorama cambiante de la industria de los videojuegos, prefiero los JRPG que integran mejoras que mejoran la calidad de vida. Estas características mejoran la jugabilidad sin restarle diversión. Desafortunadamente, esto no siempre es así, ya que algunos títulos tienden a descuidar el tiempo del jugador, extendiendo su duración con mecánicas innecesarias o decisiones de diseño tediosas. Esto a menudo me lleva a preguntarme si una sesión de juego vale la pena perderse momentos de calidad con mi hijo.
10 Mar de estrellas
Un dilema de finalización

Sea of Stars es sin duda una joya en el mundo de los JRPG independientes, que irradia calidez y encanto. A pesar de mi afición por el juego, aparece aquí por una razón. Si bien la historia principal tiene un ritmo increíblemente bueno, la experiencia tras completarlo puede resultar abrumadora para quienes deseen desbloquear el Final Verdadero.
Quienes lo completen probablemente disfrutarán de su aventura, pero para quienes no se sientan atraídos, recomiendo ver el Final Verdadero en plataformas como YouTube. Para conseguirlo, es necesario completar todas las misiones secundarias de los miembros del grupo, además de la tediosa tarea de recolectar 60 Caracolas Arcoíris. La necesidad de retroceder en casi todos los mapas puede resultar frustrante, lo que le resta diversión a la experiencia.
9 La leyenda de los héroes: Senderos en el cielo
Una inversión narrativa

Aunque cualquier entrega de la serie Trails podría encajar en esta descripción, el original Trails in the Sky ejemplifica la gran inversión narrativa que requiere. La naturaleza interconectada de la serie mejora la experiencia, pero también exige una cantidad considerable de tiempo a los jugadores. Cada subserie puede jugarse de forma independiente, pero para disfrutar plenamente de la historia, es mejor seguir el orden de lanzamiento.
El juego presenta misiones con muchos diálogos, donde incluso las tareas más sencillas pueden requerir largas explicaciones. Por ejemplo, una misión secundaria relacionada con una farola se transformó en una elaborada lección sobre las complejidades de la ingeniería, una situación que podría haberse resumido fácilmente.
8 Dragon Quest XI: Ecos de una era esquiva
Una conclusión compleja

Dragon Quest XI ocupa un lugar especial en mi corazón como JRPG de confort por excelencia; sin embargo, la inclusión del Acto 3 presenta un dilema. El juego destaca por ofrecer contenido opcional posterior al juego, pero la ambigüedad del Acto 3 complica las cosas. Algunos lo consideran canon, mientras que otros afirman que es simplemente opcional.
Personalmente, prefiero la resolución al final del segundo acto, que se alcanza en aproximadamente 40 horas. En cambio, el tercer acto se alarga y minimiza el interés de la trama anterior, lo que resulta en una experiencia insatisfactoria para quienes buscan un cierre.
7 Crónica de Eiyuden: Cien héroes
Atrapado en el pasado

El mundo de los videojuegos ha evolucionado, exigiendo mejoras modernas como experiencias optimizadas, pero Eiyuden Chronicle pasó por alto esta novedad. Como sucesor espiritual de Suikoden, generó entusiasmo, pero el juego se siente anticuado con sus mecánicas, lo que en última instancia dificulta el disfrute.
La ausencia de características esenciales para la calidad de vida, como marcadores de misiones secundarias, viajes rápidos y una gestión eficiente de encuentros, transforma lo que podría haber sido un viaje emocionante en una serie de tareas monótonas. La necesidad de reclutar a los 120 personajes para ver el Final Verdadero añade aún más frustración.
6 Valientemente por defecto
Un comienzo prometedor con bucles repetitivos

Mi compra de una Nintendo 3DS surgió de mi deseo de jugar a Bravely Default, considerado un posible regreso a los RPG clásicos. Inicialmente, el juego ofrece una experiencia atractiva, con un sólido sistema de tareas y una intrigante trama centrada en los cristales.
Sin embargo, el Capítulo 5 presenta una frustrante repetición temporal que me hizo cuestionar la experiencia en general. Tras repetir el proceso de despertar los cristales varias veces, la narrativa podría haber estado mejor ejecutada, y la jugabilidad repetitiva restó valor a los giros argumentales.
5 Crónicas de Xenoblade 2
Una interfaz torpe

Xenoblade Chronicles 2 presume de una jugabilidad extensa que mantiene la participación; sin embargo, su sistema de Blades introduce complicaciones innecesarias. Los Blades funcionan como miembros del grupo, adquiridos mediante un mecanismo similar al de los gacha, pero sus Habilidades de Campo pueden convertir las misiones en tareas engorrosas debido a una interfaz mal diseñada.
El cambio frecuente de espadas y sus respectivas habilidades consume un tiempo valioso, lo que resta alegría al viajar a través del mundo bellamente diseñado del juego.
4 Persona 5
Inigualable a pesar de su longitud

Persona 5 se encuentra entre mis JRPG favoritos, y ha influido en mi entusiasmo actual por sus spin-offs. A pesar de su magistral trama y sus memorables personajes, a menudo dudo en recomendarlo debido a la abrumadora duración de su campaña, que puede llegar a las 100 horas.
Con las responsabilidades de la vida a tope, reconozco la considerable dedicación de tiempo que requiere, lo que dificulta recomendarlo. Sin embargo, para quienes estén dispuestos a invertir tiempo, Persona 5 es sin duda una obra maestra que vale la pena disfrutar.
3 Emblema de fuego: Tres casas
Campañas sin fin

Fire Emblem: Three Houses exemplifies a JRPG’s length that feels artificially prolonged. While the Monastery offers engaging activities initially, they quickly turn tedious over time. The requirement to replay three separate campaigns for comprehensive story access is particularly grueling.
While New Game+ options exist, the necessity to replay lengthy early missions detracts from overall enjoyment, making the substantial time invested feel excessive.
2 Digimon World 3
Endless Backtracking

Developer | Bandai Namco Forge Digitals |
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Release Date | June 5, 2002 |
Platforms | PlayStation |
While my preference for Digimon over Pokémon might seem peculiar, the allure of the Digimon World games always captivated me. Digimon World 3 initially appeared promising due to its faster pace compared to predecessors, yet the game forces players into excessive backtracking without a fast travel option.
This mechanic detracts from enjoyment, making what could be an engaging adventure feel like a chore.
1 Record of Agarest War
A Cautionary Tale

Record of Agarest War stands out as a title where I struggled to find redeeming qualities. Despite attempts to innovate with unusual mechanics, the game falls short in execution, leading to a bloated experience that fails to captivate.
The relationship-building system, which allows players to forge connections with various characters, initially seems intriguing. However, as the campaign drags on for over 60 hours, the excitement wanes, and repetitive gameplay becomes overwhelming.
With a blend of tactical combat and dating simulation, this game feels more tedious than engaging, leaving me unsatisfied and eager to move on.
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