A lo largo de la historia de los videojuegos, numerosos juegos de rol japoneses (JRPG) se destacan por sus narrativas atractivas y su diseño artístico. Sin embargo, estos títulos tan apreciados suelen quedarse cortos en lo que respecta a sus mecánicas de combate. Este artículo explora varios JRPG destacados que, a pesar de su rico contenido, sufren de sistemas de combate defectuosos.
10. Final Fantasy IX
Todo genial, pero con carencias en combate
Final Fantasy IX suele ser considerado como una de las mejores entregas de la serie, famosa por su impresionante calidad artística, su narrativa cautivadora y sus personajes memorables. Sin embargo, su sistema de combate se considera un paso atrás en comparación con su predecesor, Final Fantasy VIII. Al carecer de la complejidad que caracterizó a las entregas anteriores, como Final Fantasy VI, el combate resulta simplista y poco atractivo.
Los jugadores echan de menos los elementos interactivos de los títulos anteriores, como los dinámicos Limit Breaks o el intrincado sistema de Materia. En cambio, las batallas de Final Fantasy IX pueden resultar monótonas, lo que perjudica la experiencia general y eclipsa la rica narrativa del juego.
9. Cuentos de Berseria
Mecánica de combate confusa
Tales of Berseria rejuveneció la serie Tales con su apasionante trama y personajes bien desarrollados. Desafortunadamente, el sistema de combate puede ser bastante desconcertante. Los jugadores deben adquirir cristales para desatar artes durante las batallas y, una vez que estos cristales se agotan, las acciones de los personajes se vuelven dolorosamente limitadas. Esta elección de diseño conduce a un combate que puede resultar inconexo y frustrante.
A pesar de la excelente narrativa y dinámica de los personajes, las irregularidades de la mecánica de batalla, en particular durante los encuentros críticos con jefes, impiden que el juego sea disfrutable en general. Títulos posteriores, como Tales of Arise, solucionaron estas deficiencias mejorando la fluidez del combate y ofreciendo mecánicas más atractivas.
8. Remake en HD-2D de Dragon Quest III
Atrapado en el pasado
El remake en HD-2D de Dragon Quest III lleva a los jugadores a un viaje nostálgico con gráficos mejorados y mejoras en la calidad de vida. Sin embargo, el sistema de batalla permanece decepcionantemente sin cambios con respecto a su formato original. La falta de acción en tiempo real, en contraste con breves secuencias de animación, resta participación al jugador.
La ausencia de un control total durante los combates, en los que los jugadores se limitan a ordenar las acciones sin presenciarlas de primera mano, da lugar a una experiencia monótona y poco inspiradora. Aunque el remake ofrece mejoras en muchos aspectos, el estancamiento del sistema de combate limita su potencial para cautivar a un público moderno.
7. Historia de un vagabundo
Dinámica de combate incómoda
Famoso por su narrativa cautivadora y su ambientación única de fantasía oscura, Vagrant Story está considerado como un JRPG destacado. Sin embargo, su sistema de combate (una mezcla de acción en tiempo real y pausas estratégicas) puede resultar extraño y poco refinado. La falta de un tutorial completo agrava aún más estos problemas, lo que hace que los jugadores tengan que lidiar con las complejidades del sistema de combate basado en extremidades.
Si bien el juego cuenta con una narrativa y una creación de mundos muy ricas, las complicadas mecánicas de combate suelen ser un obstáculo para disfrutar de la experiencia por completo. A pesar de sus defectos, sigue siendo un juego imprescindible para los fanáticos del género.
6. Final Fantasy XII
Más observacional que participativo
Final Fantasy XII marcó un cambio significativo en la franquicia, al adoptar un sistema de combate en tiempo real influenciado por la dinámica de los MMORPG. Si bien el juego es rico en narrativa y en una construcción de mundos expansiva, su mecánica de combate puede hacer que los jugadores añoren el control que se disfrutaba en títulos anteriores.
El sistema Gambit suele permitir a los jugadores sentir que el juego se desarrolla solo, lo que disminuye su interacción. Si bien algunos pueden apreciar esta participación más pasiva, puede contribuir a una sensación de desconexión que puede frustrar a los fanáticos de los JRPG tradicionales. Los ataques acelerados, aunque visualmente atractivos, rápidamente se vuelven repetitivos y aburridos a medida que se desarrolla el juego.
5. Crónicas de Xenoblade 2
Complejidad abrumadora
Xenoblade Chronicles 2 se anuncia como un renacimiento de los JRPG de finales de la década de 2010, con gráficos impresionantes y una historia nostálgica. Sin embargo, su sistema de combate está plagado de complejidad, lo que obliga a los jugadores a navegar por una cantidad excesiva de mecánicas y tutoriales para tener éxito.
La pronunciada curva de aprendizaje complica las batallas, ya que exige atención y comprensión que restan valor a la experiencia inmersiva. Los recursos en línea se vuelven necesarios para dominar el sistema, una carga indeseable que muchos jugadores no deberían tener que soportar. Si bien nos espera una narrativa atractiva, el enrevesado combate a menudo supone una barrera desafiante para los recién llegados.
4. Xenosaga
Diseño de combate simplista
Xenosaga se distingue por su narrativa filosófica, que explora temas profundos y presenta personajes bien diseñados. Sin embargo, su sistema de combate palidece en comparación con su predecesor, Xenogears, ya que ofrece un enfoque más simplificado que carece de la emoción y el descubrimiento de su pariente espiritual.
Los puntos de acción determinan los ataques y, aunque esto pueda parecer sencillo, disminuye la profundidad estratégica. La ausencia de descubrimiento de combos y la falta de estilo en el combate contribuyen a una experiencia poco atractiva. Aunque Xenosaga cautiva con una narrativa intrigante, el combate deja mucho que desear.
3. Drakengard
Una experiencia de combate mediocre
Drakengard ofrece una narrativa salvaje llena de giros inesperados y temas oscuros, que marcan los orígenes de la infame franquicia Nier. Sin embargo, su sistema de combate puede catalogarse como frustrantemente simplista, que recuerda a clones de Dynasty Warriors de menor calidad. El combate carece de profundidad, lo que deja a los jugadores con una variedad limitada de ataques que pueden volverse tediosos rápidamente.
El modo de combate aéreo no consigue elevar la experiencia, y parece un homenaje mal ejecutado a iconos como Panzer Dragoon. A pesar de sus defectos, la narrativa general y el extraño universo merecen una partida, aunque con cautela en cuanto a la experiencia de combate.
2. Nier: Replicante
Un sistema de combate que necesita mejoras
Nier: Replicant es celebrado por su cautivadora historia y personajes únicos. Sin embargo, su sistema de combate presenta fallas notables, caracterizadas por una falta de impacto en los ataques y una implementación torpe de las mecánicas de acción. A pesar de los intentos de crear un sistema atractivo con varios combos y magias, la ejecución deja algo que desear.
Los fanáticos del género pueden encontrar el combate torpe y menos sofisticado, en particular si se lo compara con las mecánicas refinadas que se ven en su sucesor, Nier: Automata. A pesar de su brillantez narrativa, el combate puede restar valor a la experiencia general.
1. Final Fantasy XIII
Sistema de combate controvertido
Tras su lanzamiento, Final Fantasy XIII recibió respuestas mixtas, principalmente debido a su estructura de juego lineal durante los capítulos iniciales. Sin embargo, debajo de esta fachada se esconde un título repleto de personajes bien desarrollados, una trama ingeniosa y un arte visual impresionante. Sin embargo, el sistema de combate, caracterizado por la mecánica de cambio de paradigma, a menudo parece demasiado simplificado.
La limitación de controlar un solo personaje en la mayoría de los encuentros puede dar lugar a secuencias de combate repetitivas y poco inspiradas. Aunque el sistema Paradigm Shift tiene potencial para una evolución estratégica, la ejecución suele dar lugar a una experiencia de combate automatizada que puede reducir la participación del jugador. Cuando los jugadores adquieran más control más adelante, es posible que se sientan desconectados de la naturaleza repetitiva de la experiencia de combate inicial.
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